GERENCIA Y ORGANIZACIÓN LOCAL
Una perspectiva del ser y deber ser de la Gerencia Social en Venezuela
Resumen:
El presente artículo tiene como objetivo central, profundizar la reflexión en torno al análisis de la Gerencia social y la Organización Local, visto desde la óptica de los cambios ocurridos en los últimos años en Venezuela, específicamente desde el inicio de la llamada Revolución Bolivariana. En primera instancia se medita sobre la Gerencia Social en general, posterior a ello nos enfocamos en la realidad venezolana actual en esta materia y su vinculación con la Organización Local , y a partir de allí se hace una propuesta de hacia donde debe apuntar La Gerencia Social y la Organización Local para enfrentar los retos actuales de déficit sociales y la insuficiente participación de los ciudadanos organizados en la resolución de sus conflictos.
Cual es la razón de Ser de la Gerencia Social?
Estamos de acuerdo con la afirmación de que existe un gran reto en la realidad actual para la Gerencia Social, pero en este punto cabe precisar, que la Gerencia Social tiene que ver con optimizar el rendimiento de los esfuerzos del Estado y los actores sociales en el enfrentamiento de los grandes déficit sociales en una comunidad o realidad determinada, y el mejoramiento del funcionamiento y resultados de la inversión en capital humano y capital social. ¿Y estos últimos que son? El capital humano está conformado por la población, y el capital social integrado por los valores, las instituciones, la capacidad de asociacionismo, el clima de confianza entre los actores sociales y las pautas culturales entre otros aspectos.
En otras palabras, la Gerencia Social debe administrar eficientemente las erogaciones realizadas por la sociedad para enfrentar problemas de las comunidades consideradas, optimizando los resultados de tal inversión sobre la población y las organizaciones comunitarias.
La Gerencia Social debería poseer un enfoque "heurístico". Esta no es un área donde los problemas se pueden solucionar recurriendo a manuales, que dicen lo qué se debe hacer. Es un terreno denso, lleno de complejidades, donde se debe hacer "un trabajo heurístico" explorar la realidad, prestar máxima atención a sus particularidades, tener muy en cuenta las experiencias comparadas, construir conocimiento a través del ensayo y error, reajustar continuamente los marcos de referencia en función de los hechos. Los proyectos sociales tienden a ser impredecibles en sus resultados, esto derivado de los niveles de complejidad que pueden esperarse en la gestión de programas sociales de amplio alcance.
Los Gerentes Sociales tienen en su ámbito de acción que alcanzar las metas organizacionales, en medio de presiones diversas de diferente índole. Gestionan en entorno de fuerzas contrapuestas. Dentro de su propia organización está obligado a satisfacer las expectativas amplias y de largo plazo de sus superiores y subordinados. Los burócratas de alto nivel hacen generalmente estos tipos de demandas al implementador. Por una parte esperan que use los recursos puestos a su disposición para alcanzar las metas y objetivos de los programas que han sido diseñados. Al mismo tiempo esperan igualmente que el implementador mantenga una jurisdicción relativamente libre de conflictos abiertos en las áreas afectadas por la organización, lo cual a su vez, es un problema difícil de resolver dada la fragmentación en las organizaciones locales, debido a la alta conflictividad que existe en este entorno, compuesto generalmente por individuos excluidos y frecuentemente sin la compresión necesaria de su propia problemática.
Antecedentes de la Gerencia Social y la Organización Local en Venezuela (de donde venimos y hacia donde vamos)
La Gerencia Social es una actividad que se ha desarrollado en los últimos años con el objetivo de ofrecer una nueva perspectiva a las formas de gestionar los programas y servicios sociales, y en generar y administrar los planes de inversión en capital social, dicha actividad gerencial debe estar estrechamente relacionada con la política social, que representa la expresión del estado social de derecho, cumpliendo con la satisfacción de necesidades sociales. Por otro lado es la manifestación de los derechos económicos, sociales y culturales, los cuales el Estado debe garantizar.
En nuestro país, este cambio de visión tiene como punto de inflexión la discusión y aprobación mediante referéndum de la Constitución del año 1999, que promueve un conjunto de transformaciones políticas, económicas, jurídicas y sociales, modificaciones que han tenido impacto en los diferentes ámbitos de la vida social y de manera particular en la que podemos denominar Gerencia Social, como es el caso particular de las organizaciones gubernamentales o no, nacidas de una nueva visión de estado que está consagrado en el nuevo orden legal, político e inclusive cultural.
Antes de la denominada revolución bolivariana los proyectos sociales eran básicamente desarrollados por entes públicos a través de determinadas Gerencias Funcionales o Institutos Autónomos con fines determinados y tambien a través de la acción de las organizaciones no gubernamentales (ONG´s) que fueron concebidas como organizaciones de la sociedad civil, concebidas como entidades sin fines de lucro, también se le asigna la denominación de entidades jurídicas de utilidad común. En este sentido las organizaciones denominadas de la sociedad civil se caracterizan por no ser parte del Estado, vinculadas al sector privado, con una particularidad de que sus utilidades son de propiedad común o solidarias, es decir, son organizaciones que no tienen un fin lucrativo como principal actividad.
Las actividades de estos actores, puede entenderse en una visión “asistencialita” de los proyectos sociales, donde se atacaban determinados síntomas de los déficit sociales y donde muchas veces se pasaban por los hechos causales de lo que se percibía como problemas sociales, como la exclusión social, económica y educativa.
En la actualidad se está desarrollando en Venezuela, lo que puede considerarse una “revolución”, que más que política es un cambio de visión de la realidad contemporánea, donde se aborda un enfoque “global” de la problemática social en contraposición a la visión “sectorial” y asistencialita del pasado. En lugar de "gasto social", se habla cada vez más de "inversión social". Esa inversión, no es simplemente un paliativo, de objetivos esencialmente asistenciales. Se trata de poner en marcha a través de ella "palancas centrales" para el crecimiento y la competitividad en las nuevas condiciones. La "inversión social" no es un gasto en consumo, administrada con eficiencia "crea capital", humano y social, y esa acumulación es insustituible para un desarrollo sostenido.
Tambien podría mencionarse las nuevas políticas propuestas, que se engloban en la denominada “explosión del poder popular”, pero como se tratan de propuestas sin implementar, no podemos evaluarlas sino a la luz de las buenas intenciones que las engendran, habrá que esperar que el tiempo como inexorable juez, esclarezca sobre que trata todo eso.
La Gerencia Social y la Participación Ciudadana
La participación ciudadana se relaciona principalmente con la democracia participativa y directa. Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte del mismo o de partidos políticos. Pero en nuestro país, debe entenderse en un contexto mucho más amplio la participación ciudadana, no solo a través de la iniciativa ciudadana, sino en la ejecución de proyectos y control social. Para que la Gerencia Social pueda lograr efectividad y metas de auto sustentación en programas sociales, se deben crear espacios favorables a la participación activa de la comunidad asistida.
Uno de los aspectos relevantes de la participación, es la relación entre la meta social que orienta a la cooperación técnica internacional actual, y el grado de participación real de una comunidad asistida. El aumento de este orden de participación claramente contribuye a hacer crecer las posibilidades de auto sustentación de los programas.
La necesidad de promover la participación aparece entonces como una exigencia organizacional básica. ¿Cómo se está trabajando en este campo? ¿Cómo se está favoreciendo la articulación de la comunidad en la solución de sus problemas?
El Reto de la Gerencia Social y las Organizaciones Locales en Venezuela
En Venezuela a través de un novedoso marco jurídico y administrativo, se provee no solo la posibilidad de participar a las comunidades, sino la oportunidad de “decidir”, ya que a través de diversos medios como lo serian mesas técnicas y los consejos comunales, la comunidad organizada puede realizar el diagnóstico, planificar y ejecutar proyectos que respondan a déficit sociales que afecten a dicha comunidad, en ese caso el Gerente Social eficiente tiene que “articular” las propuestas de la comunidad, con las políticas de estado definidas por la planificación central. En este punto el Gerente Social más que un facilitador, sería un mediador no solo en la misma comunidad sino con el funcionario responsable de determinadas tareas.
No podemos dejar de mencionar la contraloría social, como un mecanismo, insuficientemente desarrollado, de participación ciudadana para garantizar la transparencia, ya que a través de la contraloría se podría medir el grado de cumplimiento, de impactos y resultados, en la inversión social. Al mismo tiempo los sistemas de medición funcionarían en "tiempo real", para que sus productos puedan ser incorporados a la toma de decisiones, esto implica que la “contraloría social” afecta el desarrollo de la ejecución del proyecto, lo que muchas veces no está garantizado, ya que la comunidad es responsable de la ejecución de la antedicha inversión social.
La dificultad de la contraloría social estriba en que la evaluación en la ejecución de programas sociales requiere un abordaje técnico particular, no siempre presente en las comunidades, que permita que aporten elementos consistentes, y al mismo tiempo actúen como una herramienta técnica para la gerencia de los proyectos, y no como una simple "rendición de cuentas". No solo es necesario que los recursos se manejen con probidad, sino tambien es necesaria la efectividad y eficiencia en la gestión de la inversión social.
Los problemas sociales no solamente implican un problema de recursos. El premio Nóbel de Economía Amartya Sen ha demostrado en trabajos recientes, que el tema social más que de recursos es frecuentemente un problema de prioridades. Incluso sociedades con recursos muy limitados han obtenido excelentes logros en los campos sociales y en el de la familia, en base a priorizar estos problemas, reorientar recursos hacia ellos, hacer buena Gerencia Social, y mejorar la equidad, reducir la exclusión, promoviendo la participación de las comunidades en la resolución de sus conflictos. En nuestro país se han hecho una inversión social “importante” en los últimos 50 años, pero los resultados no han sido los esperados, o ¿Si lo fueron?, debemos entender que la pobreza no es neutra en términos políticos, ni económicos, queda al menos la sospecha que la pobreza es un objetivo y no un “daño colateral” de las políticas neoliberales, para así asegurar la relación de dependencia de las economías “periféricas” hacia las economías “dominantes” o desarrolladas. Lo anterior plantea que tan importante como es el monto de la inversión social, lo es hacia donde se orienta (el ¿para que?) y la visión y experiencia del “implantador” (¿Cómo?), de dicha inversión, el elemento humano es fundamental en este proceso.
Por su puesto todas las consideraciones anteriores plantean un nuevo Gerente Social, que maneje realidades complejas y no tenga una óptica mecanicista de las ciencias sociales, que pueda comprender realidades multidimensionales y actuar exitosamente en ellas. Un Gerente que atienda lo impredecible y variable que se deriva de la práctica de la gestión social. La mayor parte de los problemas que se presentan no están en la planificación previa y tampoco están dentro de los supuestos más probables. Fueron deviniendo de la realidad, de la interacción entre la comunidad, sus problemas y la burocracia que administra la inversión social, porque la realidad implica que de pronto hay recortes en el gasto social, que se cambiaron los alcances del presupuesto, que se rediseñaron la metas sobre la marcha (en el caso venezolano se deciden muchas cosas sobre la marcha, inclusive desde los mas altos niveles ejecutivos), que cambiaron al ministro, que un grupo local ha armado una coalición de poder para impedir que los suministros lleguen por tal lado y trata de que lleguen por el otro, y así sucesivamente. Y además múltiples variables que derivan de la dinámica con la comunidad con la que se está actuando, enfrentamiento entre líderes locales o comunitarios, e inclusive mezquinas consideraciones político partidistas. Algunas son negativas como las anteriores y otras pueden ser positivas, como que aumentó el nivel de madurez de la comunidad respecto a la situación, que se incrementa el nivel de formación de la comunidad, que está en condiciones de pasar etapas más avanzadas
Las nuevas perspectivas de la inversión social y el trabajo social, esbozan la necesidad de la acción sinérgica de todos los actores sociales que pueden contribuir, los cuales actúan hoy con lazos débiles de coordinación entre ellos, y sin aprovechar las complementariedades que podría producir la acción conjunta. El Estado debe convocar meta-redes que integren junto a los organismos públicos del área social a través de sus planes y programas tanto a nivel ministerial, a los estados, los municipios y consejos comunales, a las ONGs, fundaciones empresariales privadas, movimientos sindicales, fundaciones religiosas, Universidades, otros actores de la sociedad civil, y por supuesto al pueblo organizado. Estas meta-redes deberían apoyarse mutuamente, y aprovechar lo mejor que puede aportar cada uno de los actores al mismo tiempo que superar las debilidades que presentan. Así se evitarían la duplicidad de esfuerzo, la ineficiencia en ciertos sectores y la atención real de los problemas de las comunidades. No puede verse la organización local de una forma dogmática. Donde hoy funciona exitosamente una junta o asociación de vecinos, ¿Es válido sustituirlos o hacerlos a un lado por su parcialidad político partidista? Ciertamente la comunidad debe madurar y crecer en su participación y acción, pero el Estado como facilitador y/o mediador en otros casos debe entender su papel, y alejarse de la tentación de introducir el elemento de hegemonía política, no se haría ningún bien al reemplazar a un funcionario ( o tratar de modificar su mentalidad ) con la visión de un tecnócrata con poca sensibilidad hacia un “comisario político” propio de algunos oprobiosos regímenes dictatoriales, que no envidian en nada la dureza y desprecio hacia la población pobre y los déficit sociales, de la visión del capitalismo “salvaje” que se trata de combatir.
Reflexión Final:
El camino al infierno esta escrito de buenas intenciones, según la descripción de Dante en su obra inmortal “La Divina Comedia”, esto nos recuerda que muchas grandes ideas y empresas sucumbieron ante el juicio inequívoco de la realidad. Venezuela se encuentra ante una oportunidad única, demostrar en la práctica que se puede desarrollar una nación, en un estado social de derecho, en un régimen de libertades y pluralidad, y enfrentar al mismo tiempo la pobreza y la exclusión, convirtiendo además estas luchas como palancas para el desarrollo, y ante estas expectativas hemos avanzado bastante en el entorno jurídico, se tiene la voluntad política para cambiar el “status” actual, pero y siempre hay un pero estas transformaciones deben ser llevadas a la práctica con la colaboración del Estado, de la empresa privada a través de acciones de responsabilidad social y las Organizaciones Locales, para ello se hace necesaria la multiplicación de Gerentes Sociales que puedan responder al momento histórico, comprometidos con esta visión de cambio, capacidad técnica y sensibilidad social. Sólo el futuro nos dirá si se tuvo éxito en esta empresa, pero ciertamente todo nos indica que si es posible, que otro mundo es posible.
Bases Legales:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Nº 36.860 del 30 de diciembre de 1999
Ley de Consejos Comunales. 2002. Gaceta Oficial Número 37.463 del 12-06-2002
Proyecto de : “LEY ORGANICA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANAY PODER POPULAR”, Aprobado en segunda discusión.
Bibliografía:
Menno Vellinga,”El Cambio Del Papel Del Estado En América Latina” , publicado 1997, Editorial Siglo XXI.
Kliksberg, Bernardo. ¿ Cómo enfrentar la pobreza ? Estrategias y experiencias organizacionales innovadoras. Buenos Aires, G.E.L., 1989.
Kliksberg, Bernardo. Pobreza, el drama cotidiano. Clave para una gerencia social eficiente. Buenos Aires, Tesis/Norma/ CLAD / PNUD, 1995.
Una perspectiva del ser y deber ser de la Gerencia Social en Venezuela
Resumen:
El presente artículo tiene como objetivo central, profundizar la reflexión en torno al análisis de la Gerencia social y la Organización Local, visto desde la óptica de los cambios ocurridos en los últimos años en Venezuela, específicamente desde el inicio de la llamada Revolución Bolivariana. En primera instancia se medita sobre la Gerencia Social en general, posterior a ello nos enfocamos en la realidad venezolana actual en esta materia y su vinculación con la Organización Local , y a partir de allí se hace una propuesta de hacia donde debe apuntar La Gerencia Social y la Organización Local para enfrentar los retos actuales de déficit sociales y la insuficiente participación de los ciudadanos organizados en la resolución de sus conflictos.
Cual es la razón de Ser de la Gerencia Social?
Estamos de acuerdo con la afirmación de que existe un gran reto en la realidad actual para la Gerencia Social, pero en este punto cabe precisar, que la Gerencia Social tiene que ver con optimizar el rendimiento de los esfuerzos del Estado y los actores sociales en el enfrentamiento de los grandes déficit sociales en una comunidad o realidad determinada, y el mejoramiento del funcionamiento y resultados de la inversión en capital humano y capital social. ¿Y estos últimos que son? El capital humano está conformado por la población, y el capital social integrado por los valores, las instituciones, la capacidad de asociacionismo, el clima de confianza entre los actores sociales y las pautas culturales entre otros aspectos.
En otras palabras, la Gerencia Social debe administrar eficientemente las erogaciones realizadas por la sociedad para enfrentar problemas de las comunidades consideradas, optimizando los resultados de tal inversión sobre la población y las organizaciones comunitarias.
La Gerencia Social debería poseer un enfoque "heurístico". Esta no es un área donde los problemas se pueden solucionar recurriendo a manuales, que dicen lo qué se debe hacer. Es un terreno denso, lleno de complejidades, donde se debe hacer "un trabajo heurístico" explorar la realidad, prestar máxima atención a sus particularidades, tener muy en cuenta las experiencias comparadas, construir conocimiento a través del ensayo y error, reajustar continuamente los marcos de referencia en función de los hechos. Los proyectos sociales tienden a ser impredecibles en sus resultados, esto derivado de los niveles de complejidad que pueden esperarse en la gestión de programas sociales de amplio alcance.
Los Gerentes Sociales tienen en su ámbito de acción que alcanzar las metas organizacionales, en medio de presiones diversas de diferente índole. Gestionan en entorno de fuerzas contrapuestas. Dentro de su propia organización está obligado a satisfacer las expectativas amplias y de largo plazo de sus superiores y subordinados. Los burócratas de alto nivel hacen generalmente estos tipos de demandas al implementador. Por una parte esperan que use los recursos puestos a su disposición para alcanzar las metas y objetivos de los programas que han sido diseñados. Al mismo tiempo esperan igualmente que el implementador mantenga una jurisdicción relativamente libre de conflictos abiertos en las áreas afectadas por la organización, lo cual a su vez, es un problema difícil de resolver dada la fragmentación en las organizaciones locales, debido a la alta conflictividad que existe en este entorno, compuesto generalmente por individuos excluidos y frecuentemente sin la compresión necesaria de su propia problemática.
Antecedentes de la Gerencia Social y la Organización Local en Venezuela (de donde venimos y hacia donde vamos)
La Gerencia Social es una actividad que se ha desarrollado en los últimos años con el objetivo de ofrecer una nueva perspectiva a las formas de gestionar los programas y servicios sociales, y en generar y administrar los planes de inversión en capital social, dicha actividad gerencial debe estar estrechamente relacionada con la política social, que representa la expresión del estado social de derecho, cumpliendo con la satisfacción de necesidades sociales. Por otro lado es la manifestación de los derechos económicos, sociales y culturales, los cuales el Estado debe garantizar.
En nuestro país, este cambio de visión tiene como punto de inflexión la discusión y aprobación mediante referéndum de la Constitución del año 1999, que promueve un conjunto de transformaciones políticas, económicas, jurídicas y sociales, modificaciones que han tenido impacto en los diferentes ámbitos de la vida social y de manera particular en la que podemos denominar Gerencia Social, como es el caso particular de las organizaciones gubernamentales o no, nacidas de una nueva visión de estado que está consagrado en el nuevo orden legal, político e inclusive cultural.
Antes de la denominada revolución bolivariana los proyectos sociales eran básicamente desarrollados por entes públicos a través de determinadas Gerencias Funcionales o Institutos Autónomos con fines determinados y tambien a través de la acción de las organizaciones no gubernamentales (ONG´s) que fueron concebidas como organizaciones de la sociedad civil, concebidas como entidades sin fines de lucro, también se le asigna la denominación de entidades jurídicas de utilidad común. En este sentido las organizaciones denominadas de la sociedad civil se caracterizan por no ser parte del Estado, vinculadas al sector privado, con una particularidad de que sus utilidades son de propiedad común o solidarias, es decir, son organizaciones que no tienen un fin lucrativo como principal actividad.
Las actividades de estos actores, puede entenderse en una visión “asistencialita” de los proyectos sociales, donde se atacaban determinados síntomas de los déficit sociales y donde muchas veces se pasaban por los hechos causales de lo que se percibía como problemas sociales, como la exclusión social, económica y educativa.
En la actualidad se está desarrollando en Venezuela, lo que puede considerarse una “revolución”, que más que política es un cambio de visión de la realidad contemporánea, donde se aborda un enfoque “global” de la problemática social en contraposición a la visión “sectorial” y asistencialita del pasado. En lugar de "gasto social", se habla cada vez más de "inversión social". Esa inversión, no es simplemente un paliativo, de objetivos esencialmente asistenciales. Se trata de poner en marcha a través de ella "palancas centrales" para el crecimiento y la competitividad en las nuevas condiciones. La "inversión social" no es un gasto en consumo, administrada con eficiencia "crea capital", humano y social, y esa acumulación es insustituible para un desarrollo sostenido.
Tambien podría mencionarse las nuevas políticas propuestas, que se engloban en la denominada “explosión del poder popular”, pero como se tratan de propuestas sin implementar, no podemos evaluarlas sino a la luz de las buenas intenciones que las engendran, habrá que esperar que el tiempo como inexorable juez, esclarezca sobre que trata todo eso.
La Gerencia Social y la Participación Ciudadana
La participación ciudadana se relaciona principalmente con la democracia participativa y directa. Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte del mismo o de partidos políticos. Pero en nuestro país, debe entenderse en un contexto mucho más amplio la participación ciudadana, no solo a través de la iniciativa ciudadana, sino en la ejecución de proyectos y control social. Para que la Gerencia Social pueda lograr efectividad y metas de auto sustentación en programas sociales, se deben crear espacios favorables a la participación activa de la comunidad asistida.
Uno de los aspectos relevantes de la participación, es la relación entre la meta social que orienta a la cooperación técnica internacional actual, y el grado de participación real de una comunidad asistida. El aumento de este orden de participación claramente contribuye a hacer crecer las posibilidades de auto sustentación de los programas.
La necesidad de promover la participación aparece entonces como una exigencia organizacional básica. ¿Cómo se está trabajando en este campo? ¿Cómo se está favoreciendo la articulación de la comunidad en la solución de sus problemas?
El Reto de la Gerencia Social y las Organizaciones Locales en Venezuela
En Venezuela a través de un novedoso marco jurídico y administrativo, se provee no solo la posibilidad de participar a las comunidades, sino la oportunidad de “decidir”, ya que a través de diversos medios como lo serian mesas técnicas y los consejos comunales, la comunidad organizada puede realizar el diagnóstico, planificar y ejecutar proyectos que respondan a déficit sociales que afecten a dicha comunidad, en ese caso el Gerente Social eficiente tiene que “articular” las propuestas de la comunidad, con las políticas de estado definidas por la planificación central. En este punto el Gerente Social más que un facilitador, sería un mediador no solo en la misma comunidad sino con el funcionario responsable de determinadas tareas.
No podemos dejar de mencionar la contraloría social, como un mecanismo, insuficientemente desarrollado, de participación ciudadana para garantizar la transparencia, ya que a través de la contraloría se podría medir el grado de cumplimiento, de impactos y resultados, en la inversión social. Al mismo tiempo los sistemas de medición funcionarían en "tiempo real", para que sus productos puedan ser incorporados a la toma de decisiones, esto implica que la “contraloría social” afecta el desarrollo de la ejecución del proyecto, lo que muchas veces no está garantizado, ya que la comunidad es responsable de la ejecución de la antedicha inversión social.
La dificultad de la contraloría social estriba en que la evaluación en la ejecución de programas sociales requiere un abordaje técnico particular, no siempre presente en las comunidades, que permita que aporten elementos consistentes, y al mismo tiempo actúen como una herramienta técnica para la gerencia de los proyectos, y no como una simple "rendición de cuentas". No solo es necesario que los recursos se manejen con probidad, sino tambien es necesaria la efectividad y eficiencia en la gestión de la inversión social.
Los problemas sociales no solamente implican un problema de recursos. El premio Nóbel de Economía Amartya Sen ha demostrado en trabajos recientes, que el tema social más que de recursos es frecuentemente un problema de prioridades. Incluso sociedades con recursos muy limitados han obtenido excelentes logros en los campos sociales y en el de la familia, en base a priorizar estos problemas, reorientar recursos hacia ellos, hacer buena Gerencia Social, y mejorar la equidad, reducir la exclusión, promoviendo la participación de las comunidades en la resolución de sus conflictos. En nuestro país se han hecho una inversión social “importante” en los últimos 50 años, pero los resultados no han sido los esperados, o ¿Si lo fueron?, debemos entender que la pobreza no es neutra en términos políticos, ni económicos, queda al menos la sospecha que la pobreza es un objetivo y no un “daño colateral” de las políticas neoliberales, para así asegurar la relación de dependencia de las economías “periféricas” hacia las economías “dominantes” o desarrolladas. Lo anterior plantea que tan importante como es el monto de la inversión social, lo es hacia donde se orienta (el ¿para que?) y la visión y experiencia del “implantador” (¿Cómo?), de dicha inversión, el elemento humano es fundamental en este proceso.
Por su puesto todas las consideraciones anteriores plantean un nuevo Gerente Social, que maneje realidades complejas y no tenga una óptica mecanicista de las ciencias sociales, que pueda comprender realidades multidimensionales y actuar exitosamente en ellas. Un Gerente que atienda lo impredecible y variable que se deriva de la práctica de la gestión social. La mayor parte de los problemas que se presentan no están en la planificación previa y tampoco están dentro de los supuestos más probables. Fueron deviniendo de la realidad, de la interacción entre la comunidad, sus problemas y la burocracia que administra la inversión social, porque la realidad implica que de pronto hay recortes en el gasto social, que se cambiaron los alcances del presupuesto, que se rediseñaron la metas sobre la marcha (en el caso venezolano se deciden muchas cosas sobre la marcha, inclusive desde los mas altos niveles ejecutivos), que cambiaron al ministro, que un grupo local ha armado una coalición de poder para impedir que los suministros lleguen por tal lado y trata de que lleguen por el otro, y así sucesivamente. Y además múltiples variables que derivan de la dinámica con la comunidad con la que se está actuando, enfrentamiento entre líderes locales o comunitarios, e inclusive mezquinas consideraciones político partidistas. Algunas son negativas como las anteriores y otras pueden ser positivas, como que aumentó el nivel de madurez de la comunidad respecto a la situación, que se incrementa el nivel de formación de la comunidad, que está en condiciones de pasar etapas más avanzadas
Las nuevas perspectivas de la inversión social y el trabajo social, esbozan la necesidad de la acción sinérgica de todos los actores sociales que pueden contribuir, los cuales actúan hoy con lazos débiles de coordinación entre ellos, y sin aprovechar las complementariedades que podría producir la acción conjunta. El Estado debe convocar meta-redes que integren junto a los organismos públicos del área social a través de sus planes y programas tanto a nivel ministerial, a los estados, los municipios y consejos comunales, a las ONGs, fundaciones empresariales privadas, movimientos sindicales, fundaciones religiosas, Universidades, otros actores de la sociedad civil, y por supuesto al pueblo organizado. Estas meta-redes deberían apoyarse mutuamente, y aprovechar lo mejor que puede aportar cada uno de los actores al mismo tiempo que superar las debilidades que presentan. Así se evitarían la duplicidad de esfuerzo, la ineficiencia en ciertos sectores y la atención real de los problemas de las comunidades. No puede verse la organización local de una forma dogmática. Donde hoy funciona exitosamente una junta o asociación de vecinos, ¿Es válido sustituirlos o hacerlos a un lado por su parcialidad político partidista? Ciertamente la comunidad debe madurar y crecer en su participación y acción, pero el Estado como facilitador y/o mediador en otros casos debe entender su papel, y alejarse de la tentación de introducir el elemento de hegemonía política, no se haría ningún bien al reemplazar a un funcionario ( o tratar de modificar su mentalidad ) con la visión de un tecnócrata con poca sensibilidad hacia un “comisario político” propio de algunos oprobiosos regímenes dictatoriales, que no envidian en nada la dureza y desprecio hacia la población pobre y los déficit sociales, de la visión del capitalismo “salvaje” que se trata de combatir.
Reflexión Final:
El camino al infierno esta escrito de buenas intenciones, según la descripción de Dante en su obra inmortal “La Divina Comedia”, esto nos recuerda que muchas grandes ideas y empresas sucumbieron ante el juicio inequívoco de la realidad. Venezuela se encuentra ante una oportunidad única, demostrar en la práctica que se puede desarrollar una nación, en un estado social de derecho, en un régimen de libertades y pluralidad, y enfrentar al mismo tiempo la pobreza y la exclusión, convirtiendo además estas luchas como palancas para el desarrollo, y ante estas expectativas hemos avanzado bastante en el entorno jurídico, se tiene la voluntad política para cambiar el “status” actual, pero y siempre hay un pero estas transformaciones deben ser llevadas a la práctica con la colaboración del Estado, de la empresa privada a través de acciones de responsabilidad social y las Organizaciones Locales, para ello se hace necesaria la multiplicación de Gerentes Sociales que puedan responder al momento histórico, comprometidos con esta visión de cambio, capacidad técnica y sensibilidad social. Sólo el futuro nos dirá si se tuvo éxito en esta empresa, pero ciertamente todo nos indica que si es posible, que otro mundo es posible.
Bases Legales:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Nº 36.860 del 30 de diciembre de 1999
Ley de Consejos Comunales. 2002. Gaceta Oficial Número 37.463 del 12-06-2002
Proyecto de : “LEY ORGANICA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANAY PODER POPULAR”, Aprobado en segunda discusión.
Bibliografía:
Menno Vellinga,”El Cambio Del Papel Del Estado En América Latina” , publicado 1997, Editorial Siglo XXI.
Kliksberg, Bernardo. ¿ Cómo enfrentar la pobreza ? Estrategias y experiencias organizacionales innovadoras. Buenos Aires, G.E.L., 1989.
Kliksberg, Bernardo. Pobreza, el drama cotidiano. Clave para una gerencia social eficiente. Buenos Aires, Tesis/Norma/ CLAD / PNUD, 1995.
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